viernes, 7 de diciembre de 2012

Como una luz de luna

Quién ha vivido en la oscuridad mucho tiempo teme la claridad que le sorprenden los días buenos. Los días en los que la luz es demasiado intensa, y eso te da miedo. Un miedo indescriptible que te atemoriza y no sabes bien por qué. 

En la oscuridad estás acostumbrado a caminar a tientas, alerta de todo lo que pueda pasar a tu alrededor, buscando todos los puntos de vista posible. Pero cuando la luz te llena, te deja ciego. Porque en el fondo sabes que no te lo vas a creer, que esa luz de la que todos hablan y nadie siente, no existe. 

Al menos no para mí.

Entonces, poco a poco llegas a la conclusión de que pueden existir muchos tipos de luces. Luces sorprendentemente brillantes y otras en las que hay que escudriñar para ver de dónde vienen. 

Yo no me fío de las luces brillantes. Te dejan sin nada. Te lo quitan todo. Y sin darte cuenta te vuelven a dejar a oscuras, como si nunca hubiesen pasado por tu vida, como si nada de lo que hubieses vivido haya merecido la pena.

Ahora comprendo que la única forma de no volverme a quedar a oscuras es mirando a través de ese tipo de luces a las que nadie da importancia. Aquellas en las que nadie repararía pero todo el mundo ve. Todos las noches, en la oscuridad.

Como una luz de luna. Pálida, fría, inerte. Pero real, segura y porque no, brillante.

1 comentario:

  1. A veces... A veces una luz te ilumina de tal modo que parece que derepente ves el mundo en toda su perfección, que lo entiendes todo, que no necesitas más... Esa luz se hace necesaria. Llegas a adorar los matices que le da a tu vida si la miras desde los reflejos que produce.
    Y derepente.. se va. Y después de tanta luz, ninguna otra te hace ver, ni siquiera un poquito. Estás en la más absoluta oscuridad.

    Otras veces.. Sin embargo, aprendemos a mirar a través de luces más pálidas, de un color más suave... Que poco a poco se van colando en nuestra vida dándole calidez..
    Quizá no son las más brillantes.. pero te hacen sentir bien mirando a través de ellas.

    Yo sé lo que piensas. Lo sé.
    Pero también sé que nunca podrás olvidar, y en parte escribir, sobre aquellas luces indescriptibles. Las que te ciegan, por completo.

    No sabes cuanto te quiero Cold me, mucho!
    Y lo que gusta volver a leerte? Demasiado :)

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