martes, 11 de diciembre de 2012

Después de la batalla seguimos luchando



La mitad de lo que hemos vivido no se corresponde con la percepción que tenemos nosotros de ello.  A veces no encontramos la palabra exacta porque no está hecha para que nosotros la encontremos. Y sólo estamos hechos de promesas absurdas que nadie se cree del todo pero todos sueñan con poder cumplir, aunque sólo sea a medias. Yo puedo ver partes de mí en resquicios que los demás dejaron de lado, como si no importasen, como si realmente nada hubiese sido real y un sueño se hubiese impuesto en su lugar. Cuando soñamos se cumplen nuestros temores más profundos. Es como una espiral maligna en la que deseamos entrar solo para darnos cuenta de que esta vez tampoco vamos a salir ilesos de ella. Como aquellas mitades que nunca fueron nuestras pero que nos empeñamos en completar con el corazón roto. Sólo somos capaces de ver hasta podemos llegar cuando ya no nos queda nada que perder. 


Los corazones rotos tienen la valentía de sobrevivir a las tormentas que amenazan con derribar nuestras murallas más débiles. Y sólo cuando estamos a punto de darnos por vencidos vemos que aún nos queda tanto de nosotros mismos que ni los recuerdos más dolorosos conspiran contra nosotros. 




Sólo cuando ya no importa nada es cuando nuestros miedos desaparecen.

2 comentarios:

  1. Cuando ya no importa nada, cuando ya no tienes nada que perder... ¿Qué miedos puedes tener? Ninguno. Por eso nosotras seguimos teniendo miedo, porque nunca nos hemos dejado perdernos a nosotras mismas del todo.

    La verdad que no sabría verte de otra forma Cold, que no sé si podría llegar a leerte de igual forma si todo lo que escribieses fuese feliz. Porque nosotras somos un poco oscuras, al menos desde hace mucho y aunque ahora no te sientas así sé que lo recuerdas con perfecta precisión, sé que puedes revivirlo con tan solo un pensamiento. Por eso siempre logras comprenderme.

    Te lo dije ayer, es necesario que nos comprendan. Incluso cuando nos pasan cosas horribles que no le han pasado a nadie más.Tú eres eso mi Cold, el lugar donde deposito mis palabras, donde tu las transformas y les das significado. Y no lo cambiaría por nada.

    Repito: me encanta leerte. No sabía cuanto lo echaba de menos..

    Te quiero tanto tanto tanto mi Cold

    ResponderEliminar
  2. aún te falta un donde en la ultima frase del primer párrafo

    ResponderEliminar