Ni siquiera parece
importante que no sea capaz de poner centímetros entre nosotros dos, tampoco
puedo acercarme como si todo el tiempo que me fui hubiese estado ahí. Porque
no. Porque yo no soy así. Porque en todo ese tiempo sólo fui yo misma. Y al ver
que en el fondo tú habías sido capaz de cambiar, me pareció una excusa
perfecta para no poder echarte de menos después. Intentaba verte con otros
ojos, con otros que te miraran desde ese punto de vista donde se miran las
cosas que ya no queremos que nos importen, a las que miramos sólo para verlas
desaparecer.