domingo, 22 de marzo de 2015

Ni siquiera tú podrás salvarte

Tengo miedo de perderme. De perderme dentro de esta ilusión que creaste dentro de mí y a la que yo me agarro por miedo a que se desvanezca al mismo tiempo que lo estás haciendo tú. Porque aunque sabía que serías mi perdición, nunca imaginé que quisiera abandonar mis sueños con el único propósito de amarrarte a un momento que sólo fue importante para mí.

Te desee de muchas formas. Todas ellas parecían imposibles y por eso podía imaginarte haciéndome feliz de mil maneras diferentes, porque aunque añoraba lo que podíamos ser, nunca tendría que preocuparme por lo que podríamos haber sido.

Pero me engañaste. Como se engañan a esas personas que saben que están siendo engañadas pero que esperan que el engaño sea una extraña forma de decir la verdad. Te quise creer tan de repente que no me di cuenta de que sólo estabas mintiéndome para no verme desaparecer. Y aunque lo hubiese sabido, habría encontrado la forma de perderme entre tus manos y tus medias verdades.

Pero aunque tenga la absoluta certeza de que seas precisamente lo que quiero, nunca podrás ser lo que necesito. Porque exigiría de tí más de lo que piensas que eres capaz de ofrecer a nadie, porque se que te pediría que compartieras conmigo todas esas ganas de ser feliz en manos de otra persona. Y te da tanto miedo ser feliz, que no te das cuenta de que el día que quieras encontrarte, ni siquiera tú podrás salvarte.

1 comentario:

  1. El problema es que imaginar un futuro a su lado es un deporte de riesgo que se está convirtiendo en tu mayor adicción. Y que como su propio nombre indica, implica un riesgo. Un riesgo que se agrava cuanto más lo practicas, cuanto más lo imaginas, cuanto más te sumerges en esas aguas tan profundas (aunque tremendamente bonitas, lo sé). Y ese riesgo es que empieces a pertenecer más a esas imaginaciones que a tu propia realidad. Y no puedes dejar que eso ocurra mi Cold. Me niego.

    Porque soñar juntos debe ser lo único mejor que dormir juntos. Y supongo que ese hubiese sido el siguiente paso de haber existido. Pero él no ha querido tener eso, se ha conformado con lo mínimo, sin llegar a aclarar si son falta de ganas, miedos o superficialidad. Y la duda mata por dentro, te asfixia y te agota. Pero Cold, no debes olvidar que esa no es tu lucha ni tus medias verdades. Que tú, al contrario que él, tienes todo demasiado claro. Y que aunque ahora mismo eso duela... al final serás la única que tenga las cosas claras.

    Me da miedo Cold, porque sé que basta el hecho de que él vuelva para que tú mantengas una puerta abierta, para que las imaginaciones se vuelvan más nítidas... Porque sé, que si él quisiera, tú le regalarías tu mundo. Y creo que ese es un privilegio demasiado grande para una persona como él.

    Sabes que estoy aquí. Para escribirte, para hablar, para darle mil vueltas a las cosas y una vuelta más si hace falta. Para buscar explicaciones imposibles, leerte e intentar dar cobijo a tus palabras. Y sobre todo para ver como vas superando cada día, para ver como vas estando mejor y poder, dentro de unos meses, volver a escribirte aquí, orgullosa de todo lo que has superado y animándote a seguir encontrándote y buscando lo que te haga feliz.

    Siempre has sido más fuerte de lo que tú misma te has creído. No tienes limitaciones Cold, solo debes creer eso. Y lo demás ira viniendo poco a poco.

    Te quiero mucho Coldme :)

    ResponderEliminar