domingo, 26 de abril de 2015

¿Qué pensará ella de él?



Él cree que puede hacerme daño,
si me quiere,
si se permite quererme.
Él no sabe,
que yo no quiero que me quiera,
que la forma que él tiene de querer,
no es quererme.
Prefiero que me sonría,
que me despierte,
que me envuelva,
que me reconozca,
alguna vez,
entre toda esa jauría de nombres,
que me arrastre en su memoria,
que me renombre con malicia,
con fuerza,
como si hubiésemos sido razonables
después de firmar un tratado de guerra,
como si alguna vez,
el premio de todo ese fracaso,
hubiese sido yo,
como si nunca,
se hubiese dado cuenta
de que me tuvo,
me contuvo,
y me dejó caer,
como si el peso de todo sentimiento le quemase,
como si tuviese miedo
de llevar alguna de mis cicatrices,
como si yo,
le fuese a permitir,
que mis heridas de guerra le definiesen,
¿quién se cree que es?,
él no sabe que muchas,
casi todas,
tienen parte de mi desesperación bordada,
que hay que creerse valiente para ganarlas,
que no a cualquiera le sientan bien puestas,
él no sabe que sé,
que arrasarían con su apariencia,
dejándole bien jodido,
por dejar que le viera
como no recuerda que fue
después de abandonarse así mismo.

Él no sabe que sé, su gran defecto,
se ha construido un personaje
que actúa a través de su persona,
que no todo el tiempo es él,
es todo el tiempo
que pierde intentando parecer otro.
Odio cuando trata de definirse
con humos de una noche
y corazas sin desgaste,
como si así,
estuviese a salvo
dentro de su quimera toda la vida,
pero lo siento,
mi vida,
tu vida,
la vida,
es un fuego cruzado,
y que tenga por seguro que ya se encargará ella
de elegirle un bando perdedor,
tan perdida,
como me hizo sentir a mi,
dentro de su quimera de mierda.
Él no sabe que se,
que nunca fue de nadie,
que sus pasos marcan la dirección exacta
hacia una abismo seguro,
que no se siente perdido
pero no hay forma de encontrarle,
que se cree que ha surcado viento y tierra
por dejar sábanas vacías
a la mañana siguiente.
Él no sabe que se,
que no se atrevió a navegar conmigo
sin salvavidas que salvar aquella noche,
que prefirió la noche eterna,
a la eternidad en mis manos.


¿Y él? ¿Qué pensará él de ella?

9 comentarios:

  1. Me encanta tu selección de palabras. Cuántas veces se me habrán pasado esos pensamientos sobre alguien por la cabeza. El amor es una guerra de la que es imposible salir sin heridas. De verdad, me ha encantado. Sigue poniéndole voz a todos.

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  2. Con esta entrada me has llegado, de verdad. Me encanta.
    Sigue escribiendo así, eres grande

    un saludo!

    www.humanfilters.blogspot.com

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. ¿Qué puedo decir de un poema tan maravilloso?
    Solamente que eres la única que podría describir tanto dolor y tanto amor a la vez, de ese amor que te desgarra por dentro pero podría darte alas para echar a volar con solo proponérselo. Y es que el amor es cruel y terrible, la piedra con la que una y otra vez tropezamos los humanos solo para ver si en una de esas caídas alguien nos recoge y ya no nos vuelve a dejar caer, nunca más.
    Y es que quién no sepa que el amor tiene algo desgarrador y a la vez algo infantil, no sabe lo que es enamorarse de verdad. Porque al final es eso lo único que vale, sentirte con la alegría de un niño pequeño hasta que todo deja de tener sentido y te conviertes en el destructor de todo, incluso de ti mismo.

    No hay amores perfectos. No hay personas perfectas. Y si lo hubiera, no podríamos escribir de la forma en la que lo hacemos. Porque al final estamos tan calados de nuestras propias experiencias, que sin ellas, ninguna de nuestras palabras significaría nada.
    A mi me encanta verte reflejada en todas tus palabras. Ver tu dolor y tu tristeza, pero también la fuerza que tienes para poco a poco ir superando todo. Me gusta ver el amor que puedes sentir, y por qué no, también ese resquemor o rencor que todos hemos sentido alguna vez.
    Somos humanos. Sentimos. Nos inunda la felicidad, y la tristeza. Y eso es lo bonito.

    De verdad que me ha encantado. Creo que este poema es todo lo que ella alguna vez debería decirle. Que no se merece tantas letras, pero que solo así será la única forma de dejarle entre la literatura y hacerle un poco menos. Qué te voy a contar a ti que ya no sepas...
    Yo sé que vendrá un momento de claridad, que lo verás todo claro sea de una forma o de otra, y que por fin realmente podrás tomar una decisión con la que estés a gusto y conforme.
    Yo sé que esto pasará, aunque ahora lo veas muy lejos y borroso. Aunque haya días que se antojen insoportables. Pasarán.
    Y yo estaré aquí para recordartelo día tras día.

    Nunca dejes de escribir, ni de leernos tus pensamientos de la forma en la que lo haces.
    Te quiero mucho Cold!

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  5. A juzgar por los comentarios debo matizar un par de cosas: es normal odiar en momentos determinados tras una ruptura, es necesario. Aún así durante el amor no es nada sano que haya sentimientos tóxicos, hay ciertos catalizadores como la posesividad o el miedo que nos dan indicios sobre estas cosas, aunque no podemos poseer a nadie ni deberíamos tener miedo a la pérdida. Estoy de acuerdo con Maara Wynter cuando dice que no hay relaciones perfectas ni gente perfecta y me parecería peligroso creer lo contrario, también coincido con ella en el hecho de que hay que ser un niño para amar, hay que lanzarse a la piscina sin pensar. Pero a veces, y es más bien por aquí por donde iba mi comentario, el amor es una excusa para aceptar lo intolerable en vez de lo que debería ser: la belleza hecha experiencia. Si hay libertad, no tiene sentido la revancha ni la posesión o la deuda, por ejemplo. Si uno ama, debería amar a la persona entera, con lo bueno (y aquí viene la parte difícil) aprendiendo a apreciar eso que podemos llamar "malo" (para quien crea en el bien y el mal) y contemplarlo desde otro ángulo más constructivo. Tal vez haya sido simplista o parcial con mis anteriores palabras, pero el sufrimiento no nos hace mejores personas ni nos hace tener razón.
    El amor puede ser desgarrador, pero si lo es, es que nos estamos equivocando. Una cosa es luchar por un amor que se enfrente, digamos, a la convención social, eso es rebeldía (y puede dar lugar a un escenario desgarrador, claro), no obstante destruirse uno mismo... el amor no debería ser una guerra, sino un proyecto en común. Por otra parte hay un montón de obras de ficción que nos han vendido lo contrario ("el sufrimiento es bueno! Si sufres es que eres buena persona, no?").
    Y por último quisiera señalar que estoy aclarándote mi comentario que seguramente sea válido sólo para mí, no me importa lo que hagan los demás, no por falta de empatía, personalmente prefiero que la gente sea lo más feliz posible, pero creo que la gente debe hacer lo que cree correcto y eso no tiene absolutamente nada que ver con mis peregrinas opiniones. Como te digo, paso de las lecciones (mi moral es para mí únicamente, los moralistas son muy pesados), sólo intento explicar mi punto de vista. Disculpa, yo sólo quería decirte aquello de que sí había leído tu comentario y me he acabado metiendo en camisa de once varas, ya ves. Bueno... me estoy aburriendo de mí mismo.
    Un abrazo! ^_^

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    1. Ah, y no me refiero a que los defectos de alguien se ignoren, ni a que uno deba forzarse a considerarlos virtudes, ni mucho menos. Me refiero más bien a la aceptación de las cosas.

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  6. He eliminado el anterior comentario, mi respuesta ha sido, efectivamente, imprecisa e imparcial, creo que aunque haya algo indudablemente negativo en el poema y aunque pueda sugerir una relación tóxica, no he atinado y lo he interpretado desde el extremo y no desde el dolor cuando sólo es dolor. Acepta mis disculpas, de ésta aprenderé algo, ya verás. ^_^

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  7. Y ahora me topo con la otra cara de los pensamientos, de los miedos. Es precioso ver cómo se va tejiendo una historia, cómo cada uno puede aportar su punto de vista en una misma situación. Ojalá no vuelva a sentirse perdido y ella, pueda encontrarle. Ojalá el miedo se vaya.

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