miércoles, 29 de abril de 2015

¿Y él? ¿Qué pensará él de ella?




Lo cierto,
es que ella,
tenía pinta de que le habían roto el corazón,
yo había procurado que el mío
siguiese intacto,
pero,
joder,
a veces,
se muestra tan frío y tan inerte,
que dudo que algún día sea capaz
de funcionar en condiciones,
sin ninguna de mis condiciones,
para llegar a querer,
tanto,
como parece que me confiesan sus ojos,
porque,
qué ojos,
qué forma de lanzar verdades,
me dolían tanto,
como si todo este tiempo,
todo a mi alrededor
me hubiese estado mintiendo.
Ella está en mi vida,
pero no hay tanto de mí
para que pueda quedarse,
porque ella sería capaz de hacerme bueno,
decente,
en el mal sentido,
por supuesto,
y yo vivo del anochecer a la noche,
de noche al amanecer,
embriagado por mi propia soledad,
codiciando sentimientos ajenos,
para después,
no dejarme sentir ninguno,
padezco el síndrome del corazón artificial,
ni siento,
ni me dejo sentir,
ni siquiera por ella,
que ha tenido que perderme
para descubrir
el secreto de mi éxito: su fracaso.
Porque ella,
se ha empeñado en que sea yo sea su causa perdida,
mi razón olvidada,
su clavo ardiendo
y yo,
no quiero que me quiera,
no quiero que arda por mí,
que me construya esquemas,
que me hable de agujeros en el alma.
Solo quiero,
que esté sin que haga ruido,
sin amenazar mis murallas,
sin desgastarme el aliento,
porque en el fondo,
prefiero que no esté,
si no puede ser ella.
Porque ella,
aunque no sea como las demás,
no puede saber,
que es diferente.

5 comentarios:

  1. Vale, como ahora lo entiendo mejor, considero que es una historia itneresante.
    Un abrazo! ^_^

    ResponderEliminar
  2. Cuántas personas mágicas andan por ahí afuera y ellas sin saberlo. Cuántas las veces que nos gustaría hacérselo saber y sin embargo, ahí te quedas, totalmente inerte, esperando a no sé qué. Porque mientras te empeñas en no querer, el mundo pasa, y nunca será.
    El miedo hay que dejarlo aparcado y apostar todo. Sentir. Volver a sentir.
    Ha sido magnífico :)
    Un besito.

    ResponderEliminar
  3. Aunque parezca imposible cada entrada supera a la anterior.
    Siempre es un placer leerte.

    ResponderEliminar
  4. La jodida piel de gallina.
    Te has coronado con este poema, pequeña.

    Sin palabras, en serio.

    ResponderEliminar
  5. Ojalá supiera describirte lo reflejada que me he sentido en estas letras, pues eso de no querer que te quieran porque no te dejas sentir a ti misma es un sentimiento conocido por aquí... increíble texto, solo puedo decir que vuelves a tener volteado mi corazón y quitado mi sombrero ;)

    ResponderEliminar