No estamos hechos para pensar que los cambios son sólo
prolongaciones de algo que está por llegar. Ni que la luz en un día de lluvia
vaya a ser suficiente para secar todo lo que ha llovido desde que me fui o
desde que desapareciste. Tampoco estoy segura de querer olvidar todas mis
derrotas y darme cuenta un día de que sigo estando como al principio, prefiero
quedarme con mis cosas buenas y no tan buenas si eso me hace darme cuenta que
seguí porque aún tenía ganas de ser alguien de quien enorgullecerme. Tampoco
importaba demasiado si lo conseguía o no, se me daba bien decirme a mi misma
que un día malo lo tenía cualquiera aunque ese cualquiera sólo fuese yo y todo lo
que tú dejaste a tu paso.
Sólo entonces necesitaba darme cuenta de que formabas parte
de mí porque yo lo había decidido y no al revés, no necesitaba que tú me
quisieras para darme cuenta de que yo podía seguir queriéndote aunque cada día
tuviese menos sentido. Ahora no comprendo porque te estuve esperando tantas
noches en vela y te rechacé todas aquellas veces que querías que te recordara haciéndome
sufrir en forma de pesadillas. No entendía tu forma de quererme ni tampoco que
yo te permitiera que me quisieras de esa manera. Dolía a la par que resultaba
insoportable pensar que algún día pudieras dejar de hacerlo.
Ahora soy consciente de que di más de mi de lo que realmente
tenía, que cogí prestado esas partes que tenía guardadas por si un día tenía
que recomponerme y no sabía muy bien por dónde empezar. Me hice fuerte a base
de apariencias. Ahora ya apenas recuerdo el tipo de persona que fui hasta que
conseguí deshacerme de ti y de tus miedos.
Siempre puedes volver a reencontrarte a ti misma...
ResponderEliminarBesos!!