domingo, 17 de marzo de 2013

La brújula del cielo VI



Era él. Era su compañero. Era Lup.

-Pyx, vete, ahora-la voz de Inar retumbaba en la cabeza de la pequeña estrella con el eco de un gruñido gutural- No puedes ayudarme. Corre al acantilado y habla con ella. Vamos Pyx, ahora ya lo entiendes todo, ¿verdad? Ahora ya eres capaz de recordarme.

-No, no voy a dejarte otra vez. Otra vez no Lup- Pyx temblaba con fuerza mientras unas lágrimas diminutas y brillantes rodaban por sus mejillas. Lágrimas. Nunca las había sentido antes- No me importa perderme otra vez allí arriba. Ya no.

Lup no la miraba fijamente. Podía escuchar como sus rodillas flaqueaban y como su voz se iba deteriorando, poco a poco. Pyx se estaba rindiendo sólo porque no soportaría saber que podía perderle otra vez. A él tampoco le importaba demasiado volver a la oscuridad si ella seguía con él, pero entonces nada de lo que se prometieron habría valido para nada.

-¿Recuerdas la promesa que nos hicimos Pyx?. Yo cumplí mi parte. Nunca jamás te he olvidado, te he estado esperando todo este tiempo, todos estos años. Hazlo Pyx, cumple tu parte de la promesa.
Pyx entonces recordó todo de una forma mucho más clara. Parecía como si una jarra de agua fría punzara su piel haciéndole tirita haciéndole ver con nitidez todo lo que Lup estaba recordando.

Ellos no estaban dispuestos a vivir otra de sus vidas sin poder decidir ni hacer de ellos una versión mejor. Muchos lo habían intentado pero nunca habían tenido el valor suficiente para luchar por lo que realmente querían. Ellos, los dos juntos, tenían el valor suficiente para luchar por cualquier vida que pudiesen compartir, sabían que allí a donde fuesen nunca serían como el resto, que de una forma u otra estarían marcados para siempre  y eso los mantendría siempre unidos. Pero la noche en la que decidieron marcharse no salió todo como ellos esperaban. Lup era más fuerte y resistente que Pyx y en la hora del descenso pudo mantener su fuerza dentro de él para no morir, pero Pyx no pudo hacerlo, no pudo soportar la caída y soltó su mano en el último momento. Lo último que recordaba de él era su mirada triste y asustada, como podía ver a través de sus ojos un estallido mucho más fuerte que el de cualquier estrella que ella hubiese visto jamás. Soltó su mano porque quería salvarle. Y le salvó y supo entonces que pasaría mucho más tiempo hasta que pudiese volver a intentarlo, y que posiblemente Lup no podría esperarla. Terminó por olvidar. Acabó por olvidarle.

-Nunca quise olvidarte Lup y aunque entonces no lo entendía ahora sí puedo hacerlo. ¿Qué motivo me hubiese llevado a intentar huir de allí si no supiese en el fondo que ya lo había intentado antes?. Dejé de recordarte, porque no podía oírte, porque miraba allí a dónde estabas y no podía verte. Porque me había vuelto a perder y lo único que entendía entonces es que no volveríamos a estar juntos. Y eso pudo conmigo. Pensaba realmente que pudo conmigo pero no fue así, ¿estoy aquí, ves? Y esta vez nos vamos a salvar los dos.

Pyx cogió fuerza y con rapidez le dio la espalda a Lup quien mantenía a raya a los guardianes de la noche para que no pudiesen seguirla. Corrió muy rápido. Todo lo rápido que sus piernas humanas se lo permitían.
Llegó al acantilado y aminoró la marcha. Con la mirada fija en el cielo nocturno, llamó a la Luna. Más que una llamada de cortesía parecía una exigencia firme y necesaria. Sabía que Lup no podría con todos esos guardianes porque al igual que ella también era una estrella. Si no se daba prisa Lup desaparecería.

-¿Estoy aquí, me oyes? Vengo a hacerte una promesa. ¿No es lo que querías?

Pyx miró fijamente el cielo y como la Luna, pequeña e insignificante desde la Tierra proyectaba un pequeño rayo de luz muy pálido hacia ella. Y no escuchó nada a su alrededor, ni vió a nada ni nadie, pero una voz sonaba dentro de sus entrañas. Retumbaba todo su ser y la hacía de nuevo sentirse enjaulada. Ella había llegado. Podía sentirla de nuevo.

-Estas aquí, pero… ¿Por cuánto tiempo brújula?.







Es la sexta parte de una pequeña historia que empecé hace unos meses. La única forma de entenderla de verdad es leerse las otras 5. Se encuentran recogidas en la etiqueta "Historias de Luz".

5 comentarios:

  1. Como me encanta Pyx!! **
    Por fin te has dignado a escribir de ella Cold, menos mal :D
    La verdad es que siempre me gustó cuando hablabas de la luna y de las estrellas, desde que te conozco llevas inventando historias sobre ellas y la verdad es que me recuerda mucho a tí :)

    Jo Cold, ya sí que sí tienes que tardar poco en escribir la última parte ¬¬ que nos conocemos y me vas a tner con la intriga!
    Y quiero saber que es lo que pasará con la luna, que tipo de promesa tiene que hacerle Pyx y por supuesto.. que pasará con Lup y ella, asique veeeeeenga, ponte a escribir ya pero ya!

    Te quiero mucho colddd!

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  2. Me encanta, sobre todo la manera en la que te expresas.
    Gracias por pasarte por mi blog, tus comentarios me sacan sonrisas y me ayudan a seguir, muchas gracias.
    Te dejo mi huella desde http://hazbrillaratusonrisa.blogspot.com.es/
    M.

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  3. Dan ganas de leer el resto de la historia, en cuanto acabe los examenes empezaré ;)
    Es una forma de narrar brillante, realmente no puedes dejar el texto a mitad.
    Te leo!

    Un beso!

    <3

    EMME

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  4. No importa tanto el cuanto como el como ;)

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  5. Me ha encantado esta parte,me leeré las demás!! cuando termine te cuento!

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